11-02-2014

En Costa Rica estamos en un alargue del tiempo de elecciones, fuera de analizar la situación desde mi perspectiva la quiero analizar desde un evento que hace un año marco mi vida en esta misma fecha y no puedo separarla de esta elección presidencial que esta por venir en abril.
Tal vez no muchos lo recuerden pero hoy hace ya un año sorpresivamente el Papa Benedicto XVI renuncio a su cargo como obispo de Roma, primer servidor de toda la iglesia. Las razones pues vamos a dejarlas por aquí:
Después de haber examinado ante Dios reiteradamente mi conciencia, he llegado a la certeza de que, por la edad avanzada, ya no tengo fuerzas para ejercer adecuadamente el ministerio petrino. Soy muy consciente de que este ministerio, por su naturaleza espiritual, debe ser llevado a cabo no únicamente con obras y palabras, sino también y en no menor grado sufriendo y rezando.
Sin embargo, en el mundo de hoy, sujeto a rápidas transformaciones y sacudido por cuestiones de gran relieve para la vida de la fe, para gobernar la barca de San Pedro y anunciar el Evangelio, es necesario también el vigor tanto del cuerpo como del espíritu, vigor que, en los últimos meses, ha disminuido en mí de tal forma que he de reconocer mi incapacidad para ejercer bien el ministerio que me fue encomendado.
Recuerdo ese anuncio: yo iba manejando hacia mi trabajo a eso de las 6:00 a.m. y oigo en la radio “Confirmada la renuncia de Benedicto XVI” en ese momento el trayecto se borro y mi mente se centro nada más en esas palabras… el stream de twitter resonaba con cada actualización, el mundo se puso de cabeza!!!
Como renuncia un hombre a un cargo de poder!!! Como se desacomoda, como piensa vivir ahora, que va a seguir después. Son esas cosas que solo la iglesia logra hacer, esa movida del Espíritu Santo al mundo, que nos hace recordar que muchas veces solamente hay que esperar en Dios y en nuestro corazón se pondrá el camino.
No faltaron los comentarios negativos ( vamos! Que el Diablo tiene que ver que saca de toda la revuelta ) pero ningún comentario negativo pudo ocultar la mano de Dios de una renuncia de este calibre. Es parte de esto… o no ??
En fin la renuncia significo un gran pesar para mí, ya que muchos escritos de Ratzinger llegaron a mi corazón y son compañía diaria en mi conversión ( o en mi camino de conversión mejor dicho…), un grande al que tuve la oportunidad de tener a unos 50 mts de distancia. Desearía algún día abrazarlo y preguntarle como llegar a tener la fe que tiene, ¿cómo logró caminar con Jesús aun con todo en contra aun cuando tenia deseo de retirarse seguir al pie del cañón?, aun con las criticas de todos encima siguió de frente, ¿cómo en este momento en especifico se entrego aún más y se fue al “monte a orar” dejando un camino un poco aplanado para ir re descubriendo nuestra fe?, ¿cómo se escucha al Espíritu sobre nuestros deseos?, ¿cómo tener esa humildad?.
Puede que a muchos no les impresione, a mi me impresiono muchísimo ( creo que se nota ;D ) y el día de hoy reflexiono, ¿cuando los políticos se darán cuenta que haciéndose a un lado muchas veces hacen más por el pueblo? el reciclaje de la clase política esta generando contaminación, discriminación a las ideas nuevas, una larga cola de corrupción que va a gastar a tal punto el país que ya no van a poder succionar más la vena de Costa Rica.
¿Como nos hacemos más humildes, como podemos ver nuestras debilidades y cuando aceptar que otro debe seguir el camino y nosotros solamente retirarnos a orar por él?
Sigo orando por que sea lo que sea el nuevo presidente busque en Dios consejo y nos sepa dirigir por un buen camino.
Por otro lado a nivel de Iglesia, Benedicto XVI para mí nos dejo enseñanzas claves… revaloriza la oración como fuerza que impulsa la vida de la Iglesia, la humildad en todos los escalones desde el laico que asiste a un templo hasta el mismo obispo, nos enseño que la FE debe guiar nuestro caminar, entre muchas otras lecciones que podemos escuchar a partir de este pequeño gesto de desprendimiento y escucha al Señor…

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